Sahagún de Campos es una villa de la provincia de León. Tierra austera herida por el sol y camino obligado de peregrinos hacia Santiago de Compostela. Fue centro de la influencia cluniacense en España, con jurisdicción sobre casi un centenar de monasterios, conventos e iglesias. Aquí nació Juan en el año 1430 (o 1431) y recibió la primera educación de los monjes benedictinos que tenían entonces un monasterio en Sahagún.
Se trasladó a Salamanca cuando tenía treinta y tres años para dedicarse al estudio. Allí vistió el hábito agustino, como Fr. Juan de Sahagún, el 18 de junio del 1463.
Amaba el estudio, sobre todo el de la Sagrada Escritura.
La libertad evangélica de su predicación le acarreó la persecución por la verdad y la justicia. Fr. Juan no dudaba en denunciar el mal gobierno y las injusticias cometidas por los gobernantes.
Por su palabra mansa y enérgica a la par, se dice de él que “arrullaba y tronaba a la vez”.
Su mediación hizo posible un pacto de perpetua concordia entre dos bandos guerreros en la ciudad de Salamanca.
Junto con Santa Teresa de Jesús, comparte el patronazgo de Salamanca y se le conoce como ángel de la paz. La Eucaristía fue la fuente de su fuerza y de su valor.
Fray Juan murió en el convento de San Agustín el 11 de Junio de 1479, a los cuarenta y nueve años.
“Después de la muerte de este Santo religioso excede de doscientos el número de los milagros que fueron vistos ante su sepulcro” dice san Alonso de Orozco, testigo de algunos. Fue beatificado en 1601 por Clemente VIII y canonizado el 15 de julio de 1691 por Inocencio XII.